Jordi Prat Pons realiza sus obras con un guiño cómplice a la escultura.
Desde trozos de carteleras, pósters y periódicos, Prat Pons crea un universo de textura que parece dar vida a sus creaciones, dotándolas de una contemporaneidad sorprendente, especialmente cuando el tema subyacente tiene la forma clásica vista en sus series sobre esculturas clásicas.
Otra característica que subraya la obra de Prat Pons es el deseo del artista de dignificar objetos poco usuales e iconos, como en la serie de pósters de publicidad de los años 50, 60 y 70.
Acercándose de una manera conceptual al hiperrealismo, eleva objetos cotidianos olvidados en el tiempo. Es posible ver un giro hacia el pop art, pero la ausencia en sus obras de cualquier crítica al mercado de masas y al consumo incontrolado, indica que la senda que sigue es otra.